WWE ha tenido graves problemas con los títulos durante mucho tiempo, y es un problema que finalmente llegó a la escena principal a través de Roman Reigns.
Sobre el papel, Reigns ganando y unificando los dos títulos de hombres más importantes de WWE no sería una falla terrible. Fue el punto más alto de su carrera desde que regresó como un heel, rudo, villano, llámalo como quieras.
Un avance a la actualidad y WWE ha desechado la escena principal de hombres, está en espera y no ha contado muchas historias sobre Reigns, de hecho no ha realizado nada desde Wrestelmania realmente.
Por ejemplo, Reigns ya no está programado para aparecer en Money in the Bank el 2 de julio. Eso significa que no se defenderá el título principal de hombres en otro PPV, ni se tendrá una aparición de la cara de la compañía.
Otras fuentes como Dave Meltzer de Wrestling Observer informan que Reigns en realidad no tiene un plan por parte de WWE hasta SummerSlam, hasta el 30 de julio.
Es decir, desde el 2 de abril tras WrestleMania, Reigns ha aparecido en un solo combate televisado que fue simplemente una lucha relleno por equipos. Por lo demás, ha coqueteado con peleas en solitario, pero hay poco o nada que hacer. Si WWE termina lanzando un hueso a los fanáticos y lo obliga a defender un título en una transmisión semanal, es bastante evidente que su oponente nunca tendría la oportunidad de ganar.
De hecho eso último fue lo que sucedió esta semana en SmackDown. Riddle enfrentara a Reigns por los títulos el próximo viernes tras derrotar a Sami Zayn y ganar esta oportunidad, pero es probable que se reduzca a un final sucio que podría ser insatisfactorio o francamente no creíble, ya saben, intervienen los usos, que es lo más fácil para WWE.
En los días en que Brock Lesnar era un campeón a tiempo parcial, se esperaba que, aunque siendo algo molesto, enfrentamientos estelares en su regreso, siendo una figura que por sí sola ya era algo gigante, mientras se tenía a otro campeón mundial que curia esa necesidad estelar.
Pero Reigns no es una superestrella a tiempo parcial, al menos no a los ojos de los fanáticos. Eso hace que esta reserva esporádica y la falta de historias para dos títulos principales sean aún más discordantes en comparación con una carrera reciente de Drew McIntyre, quien cargó a la compañía sobre su espalda durante la era de la pandemia sin audiencia.
Y esto también se remonta a una reserva de mala calidad que llevó realmente a WWE a este punto. El que Reigns rara vez defienda el título o incluso se suba a un ring estaría bien si solo tuviera un título. Ese era el punto y la ventaja de tener una división de marcas.
En cambio, tiene ambos, y el resto de la lista de hombres se pelea por nada. Eso normalmente sería una exageración, pero los títulos Intercontinental y de Estados Unidos están en una posición peor, de hecho ni siquiera obtuvieron un lugar en WrestleMania, un maldito evento de dos noches.
WWE puede intentar rectificar estos problemas con sus títulos menores, por supuesto, pero eso solo podría hacer que los títulos mundiales reales también se sientan disminuidos. El resto de la lista persigue títulos de nivel medio, mientras que los títulos superiores están reservados para Reigns y estrellas como Lesnar o incluso The Rock, de hecho ya nos empezamos a creer eso de que WWE quiere un Reigns vs The Rock para el Mania del otro año, lo que llevaría a que literal los títulos mundiales “desaparezcan” por todo un año.
De la forma en que las cosas siguen la actual tendencia, la histórica carrera con los títulos mundiales de Reigns podría estar comenzando a dañar todo lo que toca, no a mejorarlo.