WWE · junio 21, 2022

El status quo de WWE

No pasó mucho tiempo después de que se conociera la noticia de que Vince McMahon había «renunciado» temporalmente a las riendas de WWE el viernes (pero no al control creativo) que también se anunció que aparecería en SmackDown más tarde esa noche. Ya saben Vince pago más de 3 millones de dólares a una amante con dinero de la empresa, sin mencionar una mejora en el cargo de esta y un aumento de más de 100 mil dólares mensuales en su sueldo, lo curioso, este es uno de los cargos menos conflictivos del que se la ha acusado, ya saben, antes no existía Internet como para que el abusar de mujeres fuese un tema preocupante en WWE, de hecho, hasta el día de hoy parece que sigue sin importar.

Pero alejándonos del tema de que alguien con dinero puede hacer lo que quiera, hablemos del SmackDown del viernes pasado, este fue el mismo espectáculo encabezado por una rara defensa del Campeonato Universal Indiscutible de WWE donde Roman Reigns derroto a Riddle. En lugar de marcar el comienzo de cualquier cambio, este episodio reforzó que WWE, tal como sucede con los Simpson, se mantiene firme en no desviarse del status quo, incluso en tiempos de incertidumbre.

Y mientras que es válido que alguien dijera que no se esperaba absolutamente nada importante, aun así fue decepcionante, y el regreso de Brock Lesnar al final de la noche encapsuló todo lo que está mal con el producto actual de la WWE.

Lesnar vs Reigns finalizo hace meses (si no años), sin embargo, la compañía insiste en continuar programándolos en luchas juntos debido al atractivo de la «taquilla». El problema es que nadie más en la lista puede acercarse remotamente a este nivel si no se les brinda la oportunidad de intentarlo.

Es probable que ocurran lesiones y otros contratiempos, pero es la forma en que reacciona la empresa lo que hace del producto lo lamentable. Lamentablemente, hasta ahora no ha logrado capitalizar estas circunstancias y se ha contentado con continuar hasta que las condiciones mejoren por sí solas en lugar de hacer que las marcas sean lo mejor que pueden ser mientras tanto, en resumen, recompensa por el mínimo esfuerzo, como culparlos realmente si el público sigue viéndolos a pesar de las repeticiones, tal como Los Simpson.