Si bien somos reacios a ese proceso que lleva a muchos a tener el pensamiento de que los fanáticos tienen que elegir entre WWE y AEW, lo cierto es que tener un entorno competitivo en este negocio es algo grandioso. Incluso novedoso.
Después del cierre de WCW, todo lo que teníamos era WWE y un puñado de pequeñas promociones independientes sin acuerdos con algún canal de televisión. A menos que buscaras compañías fuera de los Estados Unidos, lo cual era mucho más difícil a principios de la década de 2000 que en la actualidad, pero lo cierto es que estabas estancado, era WWE o nada.
Si bien AEW definitivamente está en alza, hay muchas otras promociones que están cobrando impulso. Un ejemplo, Warrior Wrestling es una pequeña compañía que está recibiendo mucha atención.
Al poder utilizar medios como YouTube y servicios como Fite TV que también se ha visto en alzo, hemos visto crecer a compañías como Major League Wrestling, mientras que otras como Impact Wrestling han podido mantenerse con vida en tiempos difíciles. De hecho eramos de los que pensaban que la ex TNA a este punto ya habría sido absorbida por otra promoción, pero aún luchan por seguir a flote.
La competencia siempre dará mejores resultados que una empresa que tenga el monopolio de la industria. Coca-Cola necesita a Pepsi. Apple necesita Microsoft. Xbox necesita PlayStation.